ENFERMEDAD LABORAL DEL EQUIPO DE SALUD

Es correcto hablar de enfermedad laboral del equipo de salud y no de síndrome de burn-out o Thomas.

Aquí surge la cuestión:
hablan de síndrome y yo califico el proceso patológico que analizamos como enfermedad; aquí
reside la diferencia, que es de nombre, pero implica diferencia de ubicación conceptual y, en
consecuencia, nosológica.
Síndrome es una suma de síntomas y signos que se vinculan entre sí por posible nexo
etiopatogénico, en cuya búsqueda se continúa. Mientras tanto, quedan ubicados como
síndrome; diríamos candidatos a convertirse en enfermedad cuando se logra certeza sobre la
etiología y patogenia. En el caso que motiva estas líneas, agrego a la palabra enfermedad la
palabra laboral, así cumplo con la exigencia de saber de su o sus causas. Se trata del trabajoque uno realiza, pero precisando: se debe al trabajo y no son enfermedades que aparecen
mientras se trabaja, aunque el trabajo actúa como factor coadyuvante. Los especialistas de la
medicina del trabajo hablan de enfermedad profesional, denominación totalmente equivalente a
la que yo propongo. Sea enfermedad laboral o profesional, lo importante es que son causadas
por el trabajo que se ejecuta.

En el caso de los trastornos que estoy comentando, su etiología es fácil de encontrar y precisar.
Refiriéndose a las enfermedades profesionales en general, Nieto señala las razones que explican
el limitado conocimiento y denuncia las enfermedades profesionales. Cita las siguientes:
a) “Su naturaleza insidiosa que dificulta su identificación y detección precoz”.
b) “La falta de especificidad en la semiología de algunas de ellas, las confunde con otras
enfermedades no profesionales”.
c) “Tal vez la principal razón radique en la escasa formación que el personal de salud recibe
sobre la etiopatogenia y diagnóstico de las enfermedades profesionales”.
En el caso de la “enfermedad laboral del equipo de salud”, hay que agregar el ocultamiento de
los propios afectados, temerosos de que la información a los superiores jerárquicos pueda dañar
su permanencia en el trabajo.
mencioné
claramente que la prevención de la enfermedad, enfoque esencial para proteger la salud de los
“cuidadores de la salud”, debe encararse teniendo en cuenta, ante todo, los factores sociales e
institucionales, diferenciando los condicionamientos y desencadenantes. Al comentar los
primeros, decía: “La manera de ejercer actualmente la medicina es el factor condicionante más
importante. El médico asistencial, en primer término el generalista, se ha convertido en
trabajador en relación de dependencia de una empresa médica, estatal o privada y, por
consiguiente, actúa en condiciones impropias, como ocurre en la mayoría de los profesionales
manuales o de técnicas mecánicas”. Terminaba afirmando: “Como consecuencia, dificultades
económicas, falta de horas necesarias de descanso, vida familiar incorrecta generadora de
disconformidad de la pareja, dificultad para estudiar y renovar conocimientos”. Seguí, ocupando
dos páginas, mencionando otros detalles de los factores condicionantes, luego los
desencadenantes para concretar al final las demandas al Estado y sus esferas encargadas de la
salud, diciendo que en lo fundamental es necesario:
1.- Asegurar que el joven que ingresa a la Facultad de Medicina esté adecuadamente informado
sobre las características y condiciones actuales del ejercicio profesional.
2.- En el transcurso de la carrera, formarlo según el modelo antropológico basado en la atención
de la persona, de manera que egresen médicos y no meros técnicos.
3.- Asegurar al profesional, labor con posibilidad de continuidad y progreso, remuneración
adecuada, carrera profesional, satisfacción de todos los derechos sociales, que las leyes
laborales vigentes acuerdan a todo trabajador.
4.- Atención médica adecuada, que comprenda control regular periódico de los profesionales, de
manera de descubrir los cuadros mórbidos en su etapa inicial. Los médicos nos caracterizamos
por no evaluar correctamente nuestra salud, tanto física como mental.
5.- Cumplir todas las disposiciones legales sobre seguridad de los centros asistenciales.
La consecuencia integral es declarar que el cuidado de la salud de los trabajadores de la salud,
como ocurre con los trabajadores en general, es esencialmente una tarea prioritaria de los
organismos que son sus representantes legales, desde los sindicatos o centros gremiales, los
colegios deontológicos y también los centros científicos y de investigación.

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